Sea el día que sea, es fácil encontrar algún Flow Rider dispuesto a salir a dar pedales, y un viernes de invierno con buen clima y un poco de sol puede ser una muy buena opción.Las jornadas reducidas de los viernes, para los que la tengan, brinda la posibilidad de dar un “rule”, siempre que sea pronto y por una zona cercana, ya que todavía las horas de luz condicionan bastante.
Dicho y hecho, tras ponernos en contacto los que estábamos disponibles, manos a la obra y a eso de las 15.45 ya estábamos listos para dar pedales por El Pardo, nuestra zona de entrenamiento “casero” preferida.
La climatología de días anteriores hizo que nos encontrásemos un “grip” perfecto, que hizo las delicias de los Flow Riders presentes en los senderos, mini trialeras, toboganes y cuestas que ofrece El Pardo a los bikers madrileños, muy cerca de la ciudad.
Tras un inicio entre charletas y risas, como siempre, poco a poco nos fuimos perdiendo por el bosque, donde en esta ocasión, no sé si por las horas y el día, o por el frío, prácticamente no nos encontramos a nadie que no fuese algún cuadrúpedo con orejas grandes y pequeño tamaño, vamos liebres de la zona!
Poco a poco iba cayendo la noche, y si bien llevábamos alguna luz “por si las moscas”, no era la idea hacer una semi-nocturna, así que antes de que anocheciese ya estábamos recogiendo y encaminándonos a casa, pues comenzaba el fin de semana, donde las rutas previstas prometían diversión, piedras y mucho FLOW.