Encaramos la recta final de nuestro viaje, pero todavía nos quedaban buenos momentos por disfrutar, tanto a lomos de nuestras bicis como sentados a la mesa.
Día 3. Sierra del Alba y viaje de vuelta.
El Domingo amanece soleado y, tras despertar a los más perezosos, nos vamos a desayunar a otro de los bares de Toral de Los Vados, con la intención de no molestar al camarero del bar del día anterior antes de las 9 de la mañana, ya que vimos que no le sentaban del todo bien esos “madrugones”. De vuelta a casa para ultimar detalles en la salida que haríamos por la zona, el fresco de primera hora nos termina de desperezar, no sin antes de emprender la segunda jornada de MTB por tierras bercianas, solventar ciertos contratiempos en ruedas y cubiertas en algunas de nuestras máquinas.
La ruta del último día transcurriría por el entorno de Toral de los Vados, por lo que salíamos montados de casa, lo que se agradece bastante especialmente después de la paliza física del día anterior. Teníamos varias opciones en nuestro GPS, algunas facilitadas gentilmente por el Club local Aconjonante BDM http://www.acojonantebdm.com/. Pero tras el duro día anterior, las piernas pedían una ruta no demasiado larga…por lo que optamos por hacer 25 kms rodando por la Sierra del Alba, pasando por Navalín.
La mañana se presentaba fresca, pero soleada, lo que hacía presagiar que en no mucho tiempo íbamos a pasar calor, y así fue. Abandonamos Toral de los Vados cruzando el río Burbia y la carretera que lleva a Penedelo, y sin más contemplaciones iniciamos una fuerte subida de aproximadamente 8 kms. La subida tiene tramos de gran pendiente, lo que unido a su temprana aparición en la ruta y las “piernas de chicle” por el día anterior, hace que el grupo de disgregue y vayamos llegando arriba poco a poco y en grupos de a 2.
Una vez arriba disfrutamos de unas preciosas vistas, desde donde podemos divisar Lago de Carucedo y los montes Gallegos, pues estamos casi en la frontera con Galicia. Tras las fotos de rigor y disfrutar de tan preciosa panorámica, continuamos por una pista cómoda que nos deleita con diversas vistas de la zona, incluso podemos divisar no muy lejos las montañas por las que el día anterior estuvimos sufriendo y disfrutando a partes iguales, pero siempre con mucho flow.
El sol cada vez apretaba más, pero entre risas y a un ritmo alegre, ya con las piernas despiertas después de la subida inicial, nos dirigimos a la primera bajada del día, rápida y pistera, que nos dejará en la carretera LE-157, donde tras un tramo por asfalto, algo que siempre desata algún comentario jocoso sobre nuestras monturas, sus ruedas de tacos y el pisar una superficie tan lisa, nos desviaremos a la altura de una pequeña granja, donde tres perros, a priori imponentes, por suerte no nos hacen ni caso y nos dejan pasar sin problemas.
Desde aquí disfrutaremos de una gran bajada, metidos en una preciosa garganta y rodeados de castaños por todos lados. Alguno conocía este tramo, pero no se quiso desvelar por anticipado, de esta manera, lo que parecía que simplemente iba a ser un paseo pistero, convirtió la ruta en algo con más picante (al menos algo) en donde empiezan a salir las primeras sonrisas.
Disfrutamos de una ensalada de piedras digna de cualquier ruta Flow Riders, que finalmente nos llevaría a enlazar una pista por la ladera de una de las montañas, cuyo sube y baja desembocaría, tras pasar rozando la localidad de Corullón, en Horta. En este punto, nos desviamos y las encinas, chopos y castaños nos acompañan por la Ruta o senda de Peruchín, paralela al río Burbia, encaminándonos de nuevo a Toral de los Vados. En un punto antes de comenzar el descenso hacia nuestra localidad de salida nos encontramos con “La Encina de Peruchin”, una encina de 20,5 metros de altura y 8 metros de base, con más de 500 años de antigüedad, que resultaba imponente a la vista.
Tras una bajada de pista primero y asfalto después entre las diversas viñas de la zona, llegamos a Toral de los Vados listos para tomar un refrigerio, y tras la ducha y preparación de equipajes partir hacia Montes de Valdueza, donde nos esperaban en la “Taberna de Sara” (https://www.facebook.com/pages/La-Cantina-de-Sara/237035349735645)
Montes de Valdueza, o como es más conocido en la zona, San Pedro de Montes, es una localidad rural y tradicional cercana a Ponferrada, que se encuentra en el Valle de Oza y situada por encima de los 1.000 metros de altitud y con unos 30-40 habitantes. Desde donde es imposible no sentir la tranquilidad, la naturaleza y la paz de los montes bercianos, que el día anterior consiguieron sacarnos sudor y satisfacción a partes iguales, y quedarse embobados mirando desde el Parking en el que muere la carretera, las impresionantes vistas.
Sara, la dueña de la taberna, ya nos conoce, pues varios Flow Riders somos habituales en la prueba “101 Kms Peregrinos” celebrada en el puente de Mayo, y no perdemos la oportunidad de ir a degustar sus espectaculares platos, caseros y deliciosos. Además, en esta ocasión y debido a que estaba una gran representación, aprovechamos para dejarle un dorsal de la mencionada prueba firmado y dedicado, tal y como le habíamos prometido 2 años atrás.
Tras dar cuenta de tan deliciosos manjares, un buen plato de huevos con chorizo, patatas, lacón y pimientos, más fruta de postre (unos higos deliciosos por cierto) y cafes para mitigar la modorra habitual a una espectacular comida, nos despedimos de El Bierzo y emprendemos camino de vuelta de un espectacular fin de semana. Investigación sobre el terreno, buen tiempo, preparación de rutas para nuestros socios y clientes, deliciosas comidas típicas de la zona , amigos, bicis y mucho flow, es un buen resumen en una frase para “El Bierzo Enduro Trip by Flow Riders”
¿Próximo destino?…eso es otra historia.