El primer domingo de junio se presenta como un día perfecto para disfrutar de nuestro deporte favorito: la temperatura se ha relajado, disminuyendo el sofocante calor de los días precedentes. A estas alturas del año es conveniente buscar altitud y caminos entre árboles que nos protejan del sol. Los bosques, montes y valles al norte de San Lorenzo del Escorial han sido, este día, testigos de nuestras pedaladas.
Este municipio madrileño se sitúa en la vertiente suroriental de la sierra de Guadarrama, a los pies del Monte Abantos y de Las Machotas. El Monasterio del Escorial y el Valle de los Caídos son dos lugares tan emblemáticos para el turismo de la zona como lo son, para los bikers más endureros, los caminos y trialeras que recorren toda la sierra al noroeste de esta población.
Preparamos una ruta de 33km de pistas, caminos, senderos y trialeras, divididos en dos subidas, dos bajadas y una zona de llaneo. Subidas exigentes en las que se alternan los senderos zigzagueantes, las pistas e incluso algo de «pestoso» asfalto, y bajadas donde las piedras, raíces, escalones y surcos hacen acto de presencia, para ofrecernos la carga de adrenalina que andamos buscando.
Ha sido uno de esos días donde todo fluye en la dirección correcta y en los que la confianza en el terreno, en la bici y en nuestras capacidades nos ha permitido disfrutar de las dificultades que nos iba ofreciendo el camino. En definitiva: un perfecto día de enduro en un marco incomparable, que hemos tenido la oportunidad de compartir con algunos gamos que salían a nuestro encuentro.