Hoya de San Blas

El Hueco de San Blas, también conocido como Hoya de San Blas, es un valle de montaña situado en la cara sur de la zona central de la Sierra de Guadarrama. Este enclave natural se sitúa en los términos municipales de Manzanares el Real y de Soto del Real, en el noroeste de la Comunidad de Madrid . Este valle está encajonado entre La Pedriza, que queda al oeste, la línea de cumbres de Cuerda Larga, que hace de límite septentrional, y la montaña de La Najarra, que es la montaña más oriental del citado cordal de montañas. El valle tiene una longitud aproximada de 5 km y en el fondo del mismo está el arroyo del Mediano, un afluente del río Manzanares. La máxima altitud del valle está en la cima de Asómate de Hoyos a 2.242m y la zona más baja está en el entorno de los 1.000m. Muy cerca de esta cumbre hay un pequeño circo glaciar llamado Hoyo Cerrado, uno de los pocos que hay en la vertiente meridional de Cuerda Larga.

Rutas: las rutas diseñadas dentro de este spot se sitúan entre los 30 y los 50km con desniveles entre los 900 y los 1.300m, pudiendo tener su origen en Soto del Real, Miraflores de la Sierra o Manzanares el Real. Son rutas en las que abundan las pistas forestales, principalmente en las subidas, pero en las que también podremos rodar por divertidos senderos y trialeras. El nivel físico y técnico para la realización va del intermedio al avanzado.

Tipo de terreno: pistas forestales anchas y de buen firme, aunque en las cotas más bajas con numerosas piedras pequeñas que dificultan el pedaleo. También existen varios senderos y trialeras con numerosas piedras y raíces que pueden aportar algo de “picante” a las rutas realizadas en este spot. Gran parte del valle está cubierto por un bosque de pino silvestre y, en menor medida, de pino laricio. En las zonas más bajas hay robledales y praderas que se usan como pasto para el ganado. Por encima de los 1.900 metros de altitud, los árboles pasan a ser muy poco frecuentes ya que dejan paso a praderas de alta montaña y pedreras.

Época del año: la mayor parte del tiempo rodaremos entre pinares y por encima de los 1.000m, lo cual se agradece en los meses más cálidos del año, en los que rodaremos con una sensación térmica muy agradable. Esta ventaja puede convertirse en un inconveniente en el invierno para aquellos a los que no les guste encontrar nieve y/o hielo en los caminos. Podemos afirmar que es un spot válido para todo el año, evitando las cotas más altas cuando las temperaturas son extremas.